miércoles, 12 de junio de 2013


La lucha por velar los enclaves que pisó García Lorca

Cultura ultima el trámite para proteger de forma unitaria nueve espacios relacionados con el poeta


La Huerta de San Vicente, residencia de verano de García Lorca. / m. zarza




Los enclaves vinculados a la vida y obra del poeta Federico García Lorca en la provincia de Granada están más cerca de lograr el reconocimiento de Bien de Interés Cultural (BIC). La idea lleva fraguándose casi una década. En 2004, la Consejería de Cultura planteó la propuesta, pero posteriormente surgió la figura de Lugar de Memoria, que dilató el trámite. Finalmente, el pasado año, se incoó el expediente como lugares lorquianos y se remitió al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), que lo tendría que aprobar como BIC.
Pese al tiempo transcurrido, se mantiene intacta la intención inicial: dar protección especial a esos lugares que fueron “vitales para Federico”, explica la delegada de Cultura de la Junta en Granada, Ana Gámez. Entre la capital y la provincia son nueve enclaves que se preservarían como parte del patrimonio andaluz.
Algunos de ellos son bastante conocidos, otros, sin embargo, solo los conocen los más familiarizados con la vida y obra del poeta. De estos nueve lugares lorquianos, dos están en la capital: la residencia de verano de la Huerta de San Vicente y la casa familiar del escritor, situada en la calle Acera del Darro, 46. Los demás se encuentran en la provincia. Durante un paseo por la vega granadina pueden verse la Huerta del Tamarit y el Museo Casa Natal del autor en Fuente Vaqueros.
En Valderrubio, localidad a la que García Lorca se mudó con pocos años desde Fuente Vaqueros, se conserva otra residencia familiar: el Cortijo de Daimuz en el que vivía Frasquita Alba y que le sirvió de inspiración para escribir La casa de Bernarda Alba y Yerma; además de la fuente de la Teja, a la derecha del río Cubillas, un lugar muy frecuentado por García Lorca al que inspiraron sus choperas. Y el noveno lugar de interés del futuro BIC sería el camino de Fuente Grande, entre Alfacar y Víznar. Este último enclave comprendería el Cortijo de las Pasaderas —Las Colonias—, el barranco, y el actual parque García Lorca de Alfacar, localizaciones donde el poeta pasó sus últimas horas antes de ser fusilado en agosto de 1936.

La Casa-Museo de García Lorca en la localidad de Valderrubio. / M. ZARZA
“Es verdad que son nueve lugares diferentes y cada uno tiene su propio valor, arquitectónico, histórico o paisajístico, pero el aspecto fundamental en el que hemos incidido para pedir la declaración es que todos tienen en común haber sido vitales en su trayectoria, decisivos para conformar su personalidad y también su producción artística”, argumenta la delegada. El expediente se ha remitido al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y, si es aprobado, se iniciará el proceso que culminará con la declaración de BIC.
A partir de ahí hay que poner en marcha una serie de trámites hasta la declaración, por lo que Gámez prevé que al menos tarde un año más. Hay que notificarlo al resto de instituciones afectadas, que informe la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, cumplir el plazo de información pública...
El tratamiento unitario va a beneficiar fundamentalmente a los lugares menos conocidos y va a garantizar su protección en conjunto. Eso, apuntan desde Cultura, ya es una “garantía” que contribuirá también a la conciencia colectiva. La idea es ponerlos en valor uno a uno, probablemente contarán con una adecuada señalización y no se descarta alguna ruta.
Los propietarios de los nueve enclaves son diversos pero si finalmente llega la declaración de BIC todos están obligados a un adecuado mantenimiento, además de comprometerse a pedir permiso para realizar cualquier obra en el bien o el entorno y a ofrecerlo a la Administración en primer lugar en caso de venta.
También haría falta organización, como la que ya plantea la Diputación de Granada en una ruta lorquiana, en la que se visitan cinco de esos nueve enclaves imprescindibles del imaginario del poeta: La casa natal de Fuente Vaqueros, el paisaje de choperas, la hacienda veraniega de Valderrubio, los lugares de Víznar y Alfacar y la casa familiar de veraneo de la Huerta de San Vicente en Granada. En el expediente se van a incluir el resto, con los que quizá algún día se pueda conformar una ruta más amplia.
Esta denominación sería además un reclamo para conseguir más visitas, aunque muchas de las localizaciones ya cuentan con una buena afluencia de público; fundamentalmente la Huerta de San Vicente en el Parque García Lorca de Granada, donde el autor escribió algunas de sus mejores obras como Romancero gitano, Poema del cante jondo y Bodas de sangre. En el interior de la casa, que su padre regaló a la familia en 1925 como residencia de verano, se conservan muebles originales tal y como los conoció Lorca. También es conocido el Museo Casa Natal, en Fuente Vaqueros, que lleva al viajero a los primeros momentos de la vida del poeta y lo coloca ante su propia cuna.

Distintos métodos de explotación y mantenimiento

Como hasta la fecha no hay ningún tipo de unidad en estos lugares, su conservación y su explotación tampoco son homogéneas. Hay espacios bien mantenidos y con uso cultural como la casa-museo de Fuente Vaqueros y otros, sin embargo, que no cuentan apenas con atención como es el caso de la casa de Frasquita Alba, cuyo techo se derrumbó a finales del pasado año a consecuencia de las lluvias. En ella se inspiró el poeta para escribir el drama La casa de Bernarda Alba. El Consorcio Vega-Sierra Elvira confía en cerrar la adquisición del inmueble que se firmó en un convenio hace años, pero el fallecimiento de uno de los herederos ha retrasado la decisión.
Problemas de conservación han salpicado también a la Huerta de San Vicente. A su estado, que ha sido remozado, se han sumado recientemente actos vandálicos que dejaron la puerta forzada y objetos revueltos. Algunos colectivos en Granada han alertado de posibles deterioros en otros espacios, como la Huerta del Tamarit, — propiedad de una de las primas de García Lorca y entorno en el que se basó el autor para escribir Doña Rosita la soltera —, que se podría ver afectada por la construcción de uno de los VAU (Viales de la Aglomeración Urbana) de Granada. Otros enclaves, sin embargo, sí han logrado durante estos años una protección especial. Es el caso de la conocida como carretera de la muerte, que une Víznar y Alfacar, y fue escenario del asesinato de más de 6.500 personas, según los datos de los registros civiles, los libros de cementerios y las causas y juicios sumarísimos encontrados en el Archivo Militar de Granada.
La Junta declaró en 2012 ese camino Lugar de Memoria Histórica, lo que obliga a la Administración pública a garantizar su identificación, señalización y preservación. En el caso de que experimente alguna transformación de importancia, la Administración está obligada a mantener un registro permanente que sirva para recordar los hechos relacionados con el lugar.
Aunque no aparece en el expediente actual, en 2004, se contemplaba el Cortijo del Fraile, en Almería, como uno de esos lugares lorquianos. Pero el escenario de los sucesos que inspiraron a Federico García Lorca para escribir Bodas de sangre logró en 2011 la declaración de BIC, aunque ello no haya supuesto un avance en su conservación y recuperación.
 http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/04/13/andalucia/1365854768_128923.html