Manuel Fernández-Montesinos, sobrino del poeta
«Lo que hay que hacer con Lorca es leerlo y saber por qué está en una fosa común»
Fernández-Montesinos, ayer en la Universidad de La Rioja | DIAZ URIEL
Alguien excavó en la fosa de García Lorca poco después de su asesinato
J. SÁINZ | LOGROÑO
Jueves , 10-12-09
«...Cuando se hundieron las formas puras / bajo el cri cri de las margaritas, / comprendí que me habían asesinado. / Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias, / abrieron los toneles y los armarios, / destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro. / Ya no me encontraron. / ¿No me encontraron? / No. No me encontraron. / Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba, / y que el mar recordó ¡de pronto! / los nombres de todos sus ahogados.»
Mal podía saber Federico García Lorca al escribir Fábula y rueda de los tres amigos, publicado en Poeta en Nueva York en 1930, cuánto significado adquiriría su poema seis años después, cuando fue asesinado al comienzo de la Guerra Civil, y, aún hoy en día, cuando sus restos siguen enterrados en una fosa común en el paraje de Fuente Grande, en Alfacar (Granada) y su búsqueda alimenta una amarga polémica entre quienes la acometen y la familia del poeta.
Más tiempo de excavación
Ayer mismo, ante la falta de resultados satisfactorios, la Junta de Andalucía comunicó que ha decidido ampliar la zona de excavación así como el tiempo de duración de los trabajos, tal como ha solicitado la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada. Ayer mismo, en Logroño, tan lejos de Alfacar y en cierto modo tan cerca, Manuel Fernández-Montesinos, escritor y sobrino de García Lorca, restaba importancia a esta búsqueda, pero afirmaba al tiempo que «lo que hay que hacer es leer sus obras» y «saber por qué le pegaron cuatro tiros y por qué está en una fosa común».
Sentimientos encontrados que, en todo caso, no deberían ser irreconciliables. Fernández-Montesinos, que vivió exiliado junto a su familia en Estados Unidos, era uno de los participantes en la jornada inaugural del congreso internacional «El exilio literario de 1939, setenta años después», que se celebra en la Universidad de La Rioja (UR) hasta mañana. Pero el grave asunto de Fuente Grande no podía ser pasado por alto. -¿Qué opinión tiene de la situación en que se encuentra la búsqueda de los restos del poeta Federico García Lorca, su tío?
-Yo no tengo ni idea. Pienso que intentan encontrarlo y no lo encuentran. Estamos en ese punto que dice el poema: «¿No me encontraron? No. No me encontraron».
-¿La familia mantiene su oposición a la exhumación, llegado el caso?
-La familia ya ha emitido varios comunicados al respecto. Lo que nosotros decimos es que la memoria histórica en este caso es que a este hombre le pegaron cuatro tiros y que está allí enterrado junto a otros. Y queremos que todo aquel parque sea un cementerio, no sólo de esos cinco que asesinaron con Lorca. Allí hay quizás más de dos mil. Lo mismo que Manuel Azaña está enterrado en Montauban, Machado en Collioure... No se pueden mover. Ésa es la memoria histórica. Lo que sí hay que saber es por qué está Federico García Lorca enterrado en una fosa común, por qué está el presidente de la República enterrado en Francia y por qué está enterrado también en Francia el mejor poeta del siglo XX. Eso es lo que hay que saber y ésa es la memoria histórica. Dejaos de llevar y traer muestras.
En boca de todos
-¿Qué cree que queda por reivindicar de la figura y la obra de Federico García Lorca?
-Lo que se debe hacer es conocerle. Lo que hay que hacer con García Lorca es leer sus obras y todo lo que se ha escrito sobre él, aquello que le sitúa dentro de su grupo y de su época, de los movimientos artísticos del momento, de su familia, de su ciudad... García Lorca es un fenómeno y todo el mundo tiene a García Lorca en los labios, pero muchos no podrán mencionar ni tres obras suyas que no sean las famosas tragedias.
-¿Qué queda por reivindicar de aquella generación de escritores que murieron o fueron exiliados y represaliados?
-Estamos conmemorando esa efemérides de la sangría intelectual que sufrió este país debido a la Guerra Civil. Decenas de poetas, muchos de ellos ya consagrados y otros en ciernes que tuvieron que escribir en el exilio.
http://www.abc.es/20091210/cultura-libros/hacer-lorca-leerlo-saber-20091210.html
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